PERICOS DIGNO FINALISTA; – Tomateros

PERICOS DIGNO FINALISTA;

DESDE EL DUGOUT

PERICOS DIGNO FINALISTA;

UN ENORME APLAUSO A LOS

LEONES DE WILLIE ROMERO

Por Jesús Canale

Pericos de Puebla y Leones de Yucatán no defraudaron a nadie en la contienda final de la Zona Sur de la Liga Mexicana de Béisbol.

Fueron seis emocionantes juegos entre ambas escuadras, tal y como lo dijimos aquí en este espacio hace una semana, esta serie habría de decidirse en 6 o máximo de 7 juegos, y como no pensarlo así, si los dos equipos tenían roster para ganar.

Toda la afición al Rey de los Deportes en México estuvo al pie de su silla, cama, sillón, butaca, donde quiera que estuvieran viéndolo. Simplemente espectacular fue el juego que dieron ayer Pericos y Leones.

Mauricio Lara salió y se fajó en su presentación, le dio la oportunidad a su equipo de venir de atrás, empatar el juego y ya, mucho más adelante ganarlo con doblete de César Tapia, si, Tapia, quien estaba metido en un tremendo slump, salió como los grandes y dio el batazo del triunfo ante la algarabía de la afición poblana que se dio cita en Yucatán y todos los que veían el encuentro por el televisor o lo escuchaban por radio.

Esos juegos son los que hacen que la pasión por el béisbol no se vaya. Rápido se nos vino a la mente aquella final de Serie del Caribe en Hermosillo, en la que República Dominicana y México se dieron con todo durante 18 entradas, en aquella ocasión, los amantes a este deporte estuvieron al pie del cañón apoyando al representativo mexicano, con todo y que el juego finalizó en la madrugada.

Aplausos para los Leones de Yucatán de Willie Romero, esa garra que tenía el venezolano como jugador, la ha sabido implementar como estratega. Habrá quien lo crucifique y pida su cabeza tras la derrota, pero antes de tomar una decisión hay que analizar punto a punto la serie, los factores en las derrotas y como se fue decidiendo cada uno de los juegos.

Leones peleó, rugió y en base a su calidad como equipo ganaron dos juegos consecutivos en Puebla, les quitaron la oportunidad de festejar ante su público y en el sexo y decisivo cotejo, Yucatán estuvo ahí, iban ganando, Romero hizo lo suyo, metió a los pitchers que tenía que meter a partir de la séptima entrada, Mario Meza fue un guerrero toda la temporada, permitió jonrón y no por eso dejará de ser buen pitcher; después vino Juan Gutiérrez en la octava y desperdició la ventaja, al permitir una carrera sucia, y para finalizar trajo a su mejor carta en el bullpen, Pedro Rodríguez, quien perdió pese a lanzar 3.1 entradas sin permitir hit.

El venezolano Romero, tampoco tuvo la culpa de que su tropa, la cual cabalgó tranquilamente todo el rol regular en zona de calificación, no pudiera hacer carreras a la hora cero, porque sinceramente, Willie no bateó con las bases llenas sin out, en un doceavo episodio en que Leones empató con carrera de “caballito” con 2 outs, no señores, no nos equivoquemos y hablemos de quitar a un estratega que ha llevado bien a su equipo en dos temporadas sin experiencia previa.

Mejor aplaudamos la forma en la que Yucatán jugó en este 2016, porque lamento decirles que sí, un equipo sí puede caer con la cara al sol, tan solo basta ver esa escena en la que ambas novenas se felicitan, en algo que jamás se había visto, solo en el tenis, voleibol y deportes en conjunto que al final suelen darse la mano. En el béisbol profesional es rarísimo, es más, nunca me había pasado por la mente que dos equipos hicieran eso, ayer, Pericos y Leones dieron una gran lección al mundo deportivo y ese respeto que Puebla sintió por Yucatán, es por lo aguerridos que estuvieron los juegos.

Esperemos que los playoffs de la LMB sigan con esta sintonía, que la verdad, no están quedando a deber a nadie en el espectáculo deportivo, felicidades a Puebla por ese gran triunfo y por ganarse el derecho a pelear por la Serie del Rey, a Yucatán mis respetos por la forma en que se fajaron teniendo la soga al cuello desde el segundo juego que perdieron en casa, ni que decir después de ponerse 0-3.

Nos leemos en la próxima entrega.

Fracasar no es caer, fracasar es negarse a levantarse”.

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