PALCO PREMIER – Tomateros

PALCO PREMIER

= PALCO PREMIER =

 

= El desgarre de vestiduras y el índice de fuego

= Ganar y perder, lo habitual en el beisbol

= Algunas hipótesis de la actuación en Guadalajara

 

Jorge Luis Telles Salazar

 

La prematura eliminación del representativo de la Liga Mexicana del Pacífico en la Serie del Caribe Guadalajara 2018 – un torneo en el que participan eso, equipos de cinco circuitos invernales, no selecciones nacionales – no es algo así como para rasgarnos las vestiduras, ni tirarnos al piso, ni mucho menos pedir las cabezas de los directivos en turno -; pero tampoco nos debe dejar de brazos cruzados. Hay que dejarlo claro.

A juicio de Palco Premier, debe ser, eso sí, motivo de un análisis frío, objetivo y profundo, del cual debe excluirse la búsqueda de culpables, con la insana intención de colgarlos del palo mayor de todas las plazas de la Mexicana del Pacífico.

Los resultados adversos son parte del beisbol. Imposible participar siempre en el juego final de la competencia y mucho menos ganar todo el tiempo la Serie del Caribe.

Van algunos ejemplos:

República Dominicana, el monstruo de los torneos caribeños, el acaparador de campeonatos, llegó a Guadalajara con una marca de once derrotas en forma consecutiva en este tipo de certámenes, incluídas cuatro, hace dos años, cuando la SC se jugó precisamente en suelo quisqueyano.

¿Algún drama por ello?

Ninguno. Y mire usted que República Dominicana –nos consta porque asistimos, tiempo atrás, a dos Series del Caribe – es un país pequeño y pobre; pero con un orgullo nacional que ya quisiéramos en México y donde se vive el beisbol en toda su intensidad. Precisamente por eso, suponemos, entienden que ganar y perder es parte de este deporte, que tanto nos apasiona a quienes vivimos en esta zona de la nación.

Puerto Rico, monarca en las dos últimas series del Caribe (Culiacán-2017 y Guadalajara-2018), también anduvo igual hace algunos años, con una cadena de descalabros tan larga, que hasta Carlos Graulaub le perdió la cuenta. (“Carlos de Puerto Rico”, personaje ampliamente conocido en toda la isla, infaltable en la serie desde 1971 y hasta la fecha). Y allá tampoco sucedió nada. Lejos de quemar a sus peloteros en leña verde, los boricuas se han reorganizado para ser de nuevo uno de los grandes de la competencia más importante del beisbol latino. Y hay que recordar lo que tuvieron que hacer para venir a Guadalajara, tras los enormes daños estructurales causados por el huracán que azotó a la tierra del edén en septiembre próximo pasado.

¿Y Venezuela? Bueno, la república bolivariana no disfruta de un título desde 2009, cuando lo conquistó en la ciudad de Mexicali. Y fue apenas su séptimo campeonato, contra nueve que ya han logrado los distintos equipos de la Liga Mexicana del Pacífico: Tomateros de Culiacàn (2), Naranjeros de Hermosillo (2), Venados de Mazatlán (2), Yaquis de Obregón (2) y Aguilas de Mexicali. Venezuela supera a México, con mucho, en  la producción de peloteros, enrolados actualmente en las Grandes Ligas, con etiqueta de estelares.

Cuba es otra cosa. Ganó siete de las doce ediciones de la primera etapa (de 1949 a 1960)  y ya tiene uno más en la historia moderna, de 2014 a la fecha, cuando regresó a la Confederación del Caribe, en la cual juega como invitado al no reunir aún los requisitos exigidos para considerarlo como miembro permanente.

De 2011 a la fecha, México ha conquistado cuatro de sus nueve campeonatos y ha participado en cinco finales de manera consecutiva. En 2015, en Puerto Rico, Tomateros de Culiacán estuvo cerca; pero le faltó el empaque final.

Interesante evocar algo de la historia de Series del Caribe; pero ¿A dónde queremos llegar con todo esto?

Precisamente a remarcar que ningún equipo tiene nada asegurado y que todos los resultados están dentro de la normalidad y la cotidianidad que caracterizan a un deporte como el beisbol en el cual las circunstancias adquieren un papel relevante.

¿Para qué entonces tanto pataleo?

Sencillamente no se dieron los resultados que todos hubiésemos querido y punto.

Tan fácil como eso.

= PRIMEROS EN PITCHEO; ULTIMOS EN BATEO =

Y bien.

En cuanto al análisis de la actuación de Tomateros de México, las premisas arrojan algunos elementos para la conclusión final: primeros en pitcheo por equipos; últimos en bateo.

Persiste la percepción de que el cuerpo de lanzadores del equipo mexicano no estuvo a la altura; pero hay que desechar esta tesis, bajo el revelador dato de que el pitcheo de Tomateros fue el mejor de los cinco participantes. A mi juicio, el 4. 37 en efectividad fue alto; pero no hubo otro superior. Puerto Rico, el campeón, recibió casi seis carreras limpias por cada nueve episodios. Y el de Dominicana, el otro finalista, fue el peor, con 6. 43.

Y si no fue por el pitcheo, entonces hay que ver como estuvo la ofensiva de los campeones de la Liga Mexicana del Pacifico: .273, superado por todos. Los venezolanos, líderes del departamento, batearon para .364, casi un punto más que los Tomateros.

¿Estaría ahí la falla, entonces?

Lo real es que se trató de una combinación de factores, de los que debe descartarse la actitud y la entrega del representativo de la Liga Mexicana del Pacifico.

Es evidente, en efecto, que todos los peloteros – originales y refuerzos – hicieron lo posible por aportar lo mejor de sí, especialmente en cuanto a profesionalismo y pundonor. El equipo mexicano siempre estuvo ahí, en el marcador, en cerrada pelea y no es exageración precisar que acarició el triunfo en los tres primeros partidos. Y el cuarto, cuando ya no había posibilidad de nada, lo enfrentó exactamente con la misma actitud.

Más allá de la falta de bateo – Tomateros no se distinguió precisamente por eso a lo largo de la temporada -, Palco Premier sostiene la hipótesis de que, ante la baja de Anthony Vasquez y el problema de Héctor Daniel Rodríguez,  Rolando Valdez y Sergio Mitre debieron ser los primeros en la rotación y que el orden de aparición de los relevos, quizás no fue el correcto, además de que quisieron pasar con velocidad a temibles bateadores de bola recta; pero, bueno, a toro pasado es muy fácil cuestionar las decisiones del timonel.

Hay quienes sostienen que la incorporación de algunos refuerzos (como Amador, por ejemplo), le quitó a la mejor arma de Tomateros, que era su habilidad para embasarse y la espectacularidad en el desplazamiento sobre los senderos y a lo mejor tienen razón; pero esto de los refuerzos, señores míos, es otro tema, que da para mucho y que abordaremos en su oportunidad.

Como siempre es usted, amigo lector, el que tiene la mejor opinión.

Simplemente.

= EL DECIMO PRIMER CAMPEONATO, LO MEJOR =

Y bien.

Lo sucedido en la Serie del Caribe Guadalajara 2018, no debe ser motivo para opacar el décimo primer campeonato para Tomateros de Culiacán, tras 53 años de historia en la Liga Mexicana del Pacifico, cuya temporada número 60 concluyó el 28 de enero próximo pasado.

Por una razón muy personal no hubo manera de tocar ese tema; pero tenemos largos meses por delante para hacerlo con amplitud.

Precisar por ahora, sencillamente, que fue un título conquistado a toda ley, al superar, en siete tremendos partidos, a unos Mayos de Navojoa que vendieron cara su derrota y que pelearon hasta el último out de un séptimo encuentro, decidido en entradas extras, como si algo de emoción le hubiese hecho falta a esta serie final.

Para Tomateros, la segunda coronación fuera de casa y la segunda, también, en siete partidos. La primera en extrainnings.

Si, hay mucho de que platicar, en efecto.

Por ahora nos despedimos con un agradecimiento muy personal a quienes me hicieron llegar sus condolencias – a través de todos los medios habidos y por haber – ante el doloroso fallecimiento de mi señora madre, acaecido el último martes, en la vecina población de Costa Rica. Ella ya descansa en paz.

Así las cosas, nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.

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