CORAZÓN GUINDA: SE PONE BRAVO ANTE LOS RETOS
Fernando Esquer Báez
José Luis Bravo lo ha dicho de sí mismo y ha podido demostrarlo en la lomita: es un lanzador a quien le gusta “atacar la zona. Siempre está sobre el plato.
La mejor prueba es su promedio de BB por cada nueve entradas de por vida en Liga ARCO Mexicana del Pacífico (LAMP), el cual apenas alcanza el 2.0. Una más fue su extraordinario 2022-23 en ese rubro, ciclo en que apenas dio siete bases por bolas en 55 entradas lanzadas, para un promedio de 1.2.
Para muchos, salta a la luz fácilmente que en la más reciente temporada, la 2023-24, José Luis ganó siete juegos para imponer marca personal en una campaña (la previa era de tres). También se dio tiempo para establecer máximos en entradas lanzadas (66 1/3) y ponches con 56.
Lo que impresiona en cuanto a la estadística de chocolates, tiene que ver con su capacidad previa de hacerlo. Antes de la 2023-24, su promedio por cada nueve episodios era de 6.1 en la más reciente campaña fue de 7.6.
Bravo compitió por segunda ocasión por el Trofeo Vicente Romo, tal cual lo había hecho en la 2022-23. Su éxito de octubre a diciembre, lo llevó a un espectacular playoff en el que no admitió carrera limpia en 18 entradas.
Incluso, los Cardenales de Lara debido a su tremendo momento, lo llevaron como refuerzo para la final.
Con 26 años, Bravo tiene todo por delante para seguir avanzando tal como lo hizo en un 2023 que representó un año coyuntural, del cual está sacando lo mejor.