EL FALLECIMIENTO QUE PARALIZÓ AL BÉISBOL PERO QUE DEJÓ UNA GRAN LECCIÓN DE VIDA. – Tomateros

EL FALLECIMIENTO QUE PARALIZÓ AL BÉISBOL PERO QUE DEJÓ UNA GRAN LECCIÓN DE VIDA.

Henry Louis Gehrig, fue un jugador profesional de béisbol estadounidense. Jugaba en la posición de primera base y desarrolló toda su carrera en los New York Yankees. Jugó 17 temporadas con los Yankees y brilló por un extraordinario bateo al acumular 493 jonrones. Gehrig fue el primero en conectar en un mismo encuentro cuatro cuadrangulares y disparó 23 veces grand slam. Era una de las máximas figuras que tenía el béisbol. Este jugador nos regaló una lección de humildad y sencillez tras estar pasando los momentos más difíciles de su vida.

El 4 de julio de 1939 en el Yankees Stadium. Lou Gehrig, el “Caballo de Hierro”, el hombre que había jugado 2,130 juegos consecutivos, se paró frente a una multitud de 61,808 aficionados. Pero esta vez no estaba en primera base, su posición habitual durante 17 gloriosas temporadas. Esta vez, Gehrig estaba allí para decir adiós.

Con una voz quebrada pero llena de determinación, Gehrig comenzó a hablar. Sus palabras, sencillas pero profundas, resonarían a través de las décadas:

“Fans, por las últimas dos semanas, ustedes han estado leyendo sobre la mala suerte que he tenido. Sin embargo, hoy me considero el hombre más afortunado sobre la faz de la Tierra”.

Al jugador del equipo de la gran manzana le habían detectado esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, y causa pérdida del control muscular, hoy en día a esta enfermedad se le conoce como ¨ Lou Gehrig¨ en honor al jugador de béisbol al que se le diagnosticó.

Ese momento fue una despedida para el pelotero de los Yankees de New York, en donde rodeado de sus compañeros y de toda la afición que coreo su nombre miles de veces mostró que la grandeza va más allá del diamante.

El 2 de junio de 1941, a sus 37 años de edad el gran Lou Gehrig perdió la vida, casi dos años después de su retiro. La noticia de su fallecimiento conmocionó al mundo del béisbol y a todo Estados Unidos, provocando muestras de duelo nacional como el izamiento de banderas a media asta en edificios públicos, hogares y estadios de béisbol en todo el país.