PALCO PREMIER: ¿DIFÍCIL? SÍ. ¿IMPOSIBLE? DE NINGUNA MANERA – Tomateros

PALCO PREMIER: ¿DIFÍCIL? SÍ. ¿IMPOSIBLE? DE NINGUNA MANERA

Jorge Luis Telles Salazar.

¿Difícil? Sí ¿Imposible? De ninguna manera.

Tomateros de Culiacán está en desventaja en proporción de dos victorias contra tres ante los Naranjeros de Hermosillo y esta ecuación da una hipotética condición favorable al equipo de la capital de Sonora, en su intención de conquistar su campeonato número 17, en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico.

Y es que Hermosillo todavía puede darse el lujo de perder el sexto partido de la serie final y mantener vigentes sus aspiraciones campeoniles. Culiacán, en cambio, no. Ya no hay un mañana para Tomateros en la contienda titular del gélido circuito.

Así, en esta condición es que el equipo guinda saltará esta noche (de viernes 29 de enero) al estadio “Sonora” de la ciudad de Hermosillo; pero ¿presionado? No lo creo. Más bien siento que la presión será para Naranjeros, en el entendido de que, si no ganan el sexto encuentro, en el séptimo estarán en igualdad de circunstancias frente a los todavía monarcas de la liga más poderosa del béisbol mexicano.

Remontar en una serie que favorece a Naranjeros; pero que bien podría estar también del lado de Tomateros, no será nada fácil porque Hermosillo nos ha demostrado el porqué fue el team que más puntos cosechó en las dos vueltas de la campaña y porque fue el segundo mejor en la tabla general, superado únicamente por los Yaquis de Obregón.

Se trata, sin duda, de un excelente equipo este de la capital de Sonora que si ya de por sí estaba muy bien armado cuando concluyó la temporada regular, se fortaleció todavía más con sus refuerzos Isaac Paredes y Víctor Mendoza, para redondear una alineación de pánico para cualquier serpentinero, incluso los mejores de la Liga Mexicana del Pacífico. Hermosillo tiene prácticamente todo: sólida línea de abridores, tremendo bullpen, velocidad en las bases y una consistente ofensiva.

En esta situación, volvemos a lo mismo, no será nada fácil una eventual remontada por parte de Tomateros, lo que tampoco, seamos francos, es imposible. Y es que, si algún equipo puede compararse con Naranjeros, ese es precisamente el de Culiacán.

La rotación de abridores de Tomateros, por ejemplo, no tiene nada que pedirle a la de los Naranjeros; tampoco el bullpen y menos en el bateo. Donde sí se aprecia una ventaja en favor de Hermosillo es en su defensiva y también en el desplazamiento sobre los senderos. De hecho, ha sido, precisamente, la defensiva de Hermosillo la que lo ha sacado a flote en partidos anteriores.

Y de ahí lo cerrado de los marcadores a lo largo de la serie: 2-1 (Hermosillo), en el primero; 6-1 (Culiacán), en el segundo, único abierto de algún modo; 1-0 (Hermosillo), en el tercero; 5-4 (Hermosillo), en el cuarto y 4-3 (Culiacán), en el quinto.

Más equilibrada no podía estar esta gran final, independientemente de quien tiene la ventaja en estos momentos.

Y todavía podría faltar lo mejor, amigo aficionado.

Ojalá.

Ahora bien.

Seguro estoy, amigo lector, de que coincide con el autor de esta columna: han sido juegos muy cerrados, apretadísimos, ciertamente; pero poco emocionantes, por las reducidas opciones de fabricar carreras, de un lado y del otro.

La excepción lo es el quinto duelo, a nuestro juicio, el más emotivo de la serie. Tanto así que, desde la séptima entrada y hasta el final, el público asistente (alrededor de 5 mil, por las restricciones sanitarias) presenció el partido de pie o como dicen los cronistas deportivos, al filo de la butaca.

También el tercero tuvo lo suyo; pero aquel jonrón de León en la octava ronda, sobre Sasagi Sánchez, cayó como un balde de agua fría sobre la fanaticada. De hecho, es el batazo que, hasta el momento, marca el rumbo de la serie.

Tomateros saltó a la grama la noche del miércoles pasado, a como lo hará este viernes y presumimos que también el sábado: sin mañana.

Esto es, dispuestos a dejar alma, corazón y vida sobre el campo, en la defensa de su campeonato y en el propósito de alcanzar su corona número 13. Y las cosas marchaban bien; pero, un par de desafortunados errores propiciaron un rally de Hermosillo, que, de perder 1-0, se vio arriba en el marcador 3-1, ante el desconsuelo de la multitud.

Sin embargo, Tomateros no bajó la guardia, no dejó de pelear y en el quinto capítulo se acercó 3-2, al combinarse un sencillo de Jesús Fabela con un doblete productor de Ramiro Peña, sobre los envíos de Verdugo, uno de los pitchers estelares de Naranjeros.

En el séptimo inning, el empate, que hizo renacer las esperanzas de la fanaticada: Fabela abrió con un doblete al rincón del jardín izquierdo; pero José Guadalupe Chávez falló en su intento de sacrificio y Ramiro Peña cedió el segundo out. Vino, entonces, Sebastián Elizalde, para faulear hasta en diez ocasiones, antes de conectar un cepillazo, de hit, por entre primera y segundo. El batazo era duro; pero Fabela le metió todo el corazón para llegar al plato, de cabeza, con la carrera del empate a 3 por bando.

Y en el noveno, la de la victoria: Sebastián Elizalde inició con una raya de hit al prado central; se estafó la intermedia y avanzó en wild pitch a tercera. Efrén Navarro recibió pasaporte intencional y vino Michael Wing a conectar línea de hit al center-right, para darle nueva vida a Tomateros de Culiacán.

En fin.

Sostenemos que Tomateros pudo haber viajado a Hermosillo con ventaja de 3-2 en la serie; pero las cosas son así, en el béisbol.

Y pensamos, desde el primer momento, que el cuadrangular de León -el cátcher que solo tiene un hit en la serie: ese precisamente- se convertiría en factor clave en el desenlace de la final. Y todavía puede ser así; pero hay que esperar que sucede hoy viernes y posiblemente mañana en Hermosillo

Hay que tener fe. Tomateros de Culiacán lo ha hecho en otras ocasiones.

¿Por qué no ahora?

Y bueno.

Benjamín Gil, el mánager de Tomateros, anuncia para el sexto juego al zurdo norteamericano Anthony Vázquez y para el sétimo al chamaco de San Pedro, Navolato, Edgar Arredondo. Gil está plenamente seguro de que habrá un partido 7.

Juan Navarrete le contestará a Gil con Juan Pablo Oramas y con Cesar Vargas, de ser necesario.

Aquí dos duelos de pitcheo dibujaditos. De pronóstico reservado.

Oramas todavía trae la daga clavada, al ser apaleado en el último juego de la final del año pasado, cuando lanzó para Venados de Mazatlán. Y tampoco pudo ganar en el segundo de esta serie, en la que volvió a superarlo Anthony Vásquez, a pesar de que ha estado debajo de su nivel en sus últimas salidas.

El cierre, dramático, como se esperaba.

Hay que seguirlo al detalle a través de Sky, mientras nos cuidamos de la pandemia y le pidamos a Dios que nos cuide, nos proteja y que su bendición caiga sobre todos nosotros.

Sólo eso.