EFRÉN NAVARRO: FORMADO PARA DAR PELEA
Culiacán, Sinaloa a 22 de diciembre del 2019.- Antes del 17 de noviembre de 2019, México no sabía lo que era clasificar a los Juegos Olímpicos en béisbol. El bat de Efrén Navarro, vía oportuno imparable vs Caleb Thielbar, sentenció la victoria 3-2 en duelo del Premier 12. Victoria, medalla de bronce y boleto a Tokio 2020.
Sin embargo, en 2010 cuando era miembro de los Arkansas Travelers, equipo AA de Los Ángeles Angels, la carrera de Efrén Navarro pudo haber terminado sin siquiera conocer la experiencia de representar a México, o de jugar en Ligas Mayores.
“En las menores… Me estaban pagando, pero no era lo suficiente para poder ayudar a mis padres. Entonces, me busqué un trabajo y le dije a mis padres, a mi papá. Mi papá se enojó y de ahí se acabó todo”, confiesa Navarro en entrevista.
Su padre, Efrén Senior, ayudó a recomponer el camino del Junior: “Él me dijo que no, que no vas a buscar ese trabajo, el trabajo tuyo está en el gimnasio, ponte a hacer tus pesas, levántate temprano, prepárate bien y verás que todo el sacrificio, todo el trabajo, un día se te va a llegar el momento que vas a aprovechar la oportunidad que se te llegue”.
La relación con su papá, indudablemente, marcó sus primeros éxitos dentro del diamante: “mi padre, que en paz descanse, él y yo tuvimos una buena química y nos entendíamos bien en el deporte. Mi papá nunca era… No le gustaba mucho el béisbol, él nomás que me quería apoyar”.
Navarro perdió a su progenitor el 20 de febrero de 2015. Meses antes, pudo entregarle un enorme regalo: su primer cuadrangular en Ligas Mayores, contra el derecho Justin Verlander, el 11 de mayo de 2014 en Anaheim.
“Después del partido tenía la bola, se la di a mi papá: Jefe, este es el trabajo que tú y yo pusimos, y también mi mamá pues mi mamá siempre estaba ahí apoyándonos”, recuerda el cañonero guinda sobre ese momento.
La familia de Efrén es oriunda de San Lorenzo, Michoacán, pueblo que pertenece al municipio de Puruandiro. La forma en la que sus padres enfrentaron la lucha por sobrevivir, ha marcado su carácter.
“Cuando (las) cosas me están yendo mal… (pienso) que no son tan mal como las de mis padres. Ellos cruzaron la frontera como cinco veces y para mí eso es más difícil”, reflexiona. “Las enseñanzas que mis padres me han enseñado, yo las llevo al terreno y todo se comienza con el trabajo de uno”, agrega.
El nativo de Lynwood, California, se enorgullece de representar a México en cada ocasión posible. En su trayectoria, acumula los Clásicos Mundiales 2013 y 2017. Pero el Premier 12 del presente año, queda impregnado en su memoria por siempre, debido al histórico logro.
“Siento que la vida así también es, a veces hay dificultades que uno pasa y nomás llega una oportunidad y hay que aprovecharla. Me relajé y peleé, sabiendo que podemos hacer historia y poder, hacer mi jale en ese momento, gano todo ahí”, recuerda sobre el turno que selló la medalla de bronce junto con el boleto olímpico.
Su vida está marcada por la resiliencia, así como su la marca que ha dejado en la pelota. “Es un out difícil”, expresó Mike Scioscia en 2015 durante los entrenamientos primaverales.
Ahora, como miembro del equipo guinda, se conecta con su niñez: “me encanta, me encanta estar aquí y ponerme el uniforme y ahora representar los Tomateros, es un gran honor, porque yo desde pequeño los he escuchado a ellos y a los Dodgers, siendo de California, siempre los Tomateros”, asegura el californiano.