JESÚS SOMMERS, NUEVA LEYENDA GUINDA

Culiacán, Sinaloa a 13 de diciembre del 2018.- En una ceremonia llena de emociones, el número 18 que portó el legendario pelotero Jesús Sommers se convirtió en el décimo primer retirado por la organización guinda en la historia; espectáculo audiovisual y pirotecnia hicieron aún más especial este evento que se realizó durante el tercer encuentro ante los Águilas de Mexicali, en la casa de la Nación Guinda.

Originario de Guaymas, Sonora, “Chucho” Sommers es considerado un jugador de hierro por las 25 temporadas en las que vio acción en la pelota invernal; un hombre entregado al 100 por ciento al béisbol, que se convirtió en una leyenda para los Tomateros de Culiacán.

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A pesar de ser un trotamundos en la Liga Mexicana del Pacifico al militar con ocho escuadras diferentes, fue en el equipo guinda donde logró encontrar esa identidad que ahora lo cataloga como un ídolo.

Conocido como el “Rey del Hit”, Sommers forjó parte de la historia de los Tomateros luego de aquel tablazo que conectó ante Bruce Kevin Stanfield, el 29 de enero de 1978 para así darles el tercer título a Tomateros. No obstante, aseguró que no se trata solamente de ese tablazo, sino de muchos otros que significaron triunfos en postemporada.

“Doy las gracias por hacerme el honor de hoy ver retirado el número que porté durante mi estancia en el equipo guinda, siempre recordaré que en Culiacán pasé los mejores años de mi carrera profesional, que fue larga y aquí compartí mi profesión con varios de los mejores peloteros que se han visto en México; no se trata solamente de aquel juego del 29 de enero de 1978, fueron todos esos batazos que tuve la suerte de conectar en play offs que significaron triunfos”, expresó.

Sommers portó la casaca guinda durante siete campañas, jugó 330 encuentros, compilo 1,119 turnos al bat, conectó 285 imparables y 15 cuadrangulares, produjo 115 carreras.

Tan grande fue su legado en la organización guinda que, a partir de hoy, ningún otro pelotero podrá usar el número 18, que con tanto orgullo y pasión portó.