Vibrante ceremonia de premiación a Lo Mejor de la Temporada Pasada

Palco Premier

= Integrantes de Tomateros acapararon los galardones
= Anillo de campeones a los integrantes del roster 17-18
= Hoy hay juego en el estadio local: vienen los Venados

Jorge Luis Telles Salazar

Con el marcador empatado a 3 carreras por bando, el veteranísimo Alfredo Amezaga toma su
turno en la caja de bateo, en la parte alta del décimo segundo inning del séptimo juego de la
serie final entre Tomateros de Culiacán y Mayos de Navojoa. Tomateros tiene la casa llena, con
solo un out en el marcador y la afición de Navojoa está literalmente al filo de la butaca en el
estadio “Manuel (Ciclón) Echeverría”, que registra uno de los llenos más grandes en su historia
dentro de la Liga Mexicana del Pacífico.
Culiacán, que había empatado sensacionalmente en la novena entrada, ahora está a punto de
amarrar su campeonato número 11 del circuito invernal. Carlos Bustamente, el relevo de la
tribu tiene la misión de evitarlo; pero no sucede así: el “Fello Amézaga” conecta una rola difícil
por entre primera y segunda, que toma hacia adentro al cuadro de Navojoa, en una formación
lógica y eminentemente defensiva. Jesse Castillo atrapa la pelota con un lance felino hacia su
derecha, más cuando tira, desesperadamente, hacia el pentágono, ya Tomateros ha tomado
delantera de 4-3 en el score.
Y todavía, Jonathan Aceves, también super veterano, conecta sólido al jardín central, para
empujar, por la vía del pisa y corre, una carrera más para ampliar a un 5-3 la ventaja del equipo
de la capital de Sinaloa y para asegurar su décimo primer título. Chad Gauddin, el taponero
estelar, saca el último out del partido y Tomateros celebra, eufórico, en el campo de juego, al
tiempo que un silencio sepulcral barre las tribunas del parque, bañado con las lágrimas de no
pocos aficionados, con sus ilusiones hechas añicos, lamentablemente.

Todo esto, amables lectores, lo volvimos a vivir la tarde-noche del domingo próximo pasado, a
través de la gigantesca pantalla electrónica del parque de la Nación Guinda, lo que le dio un
marco inmejorable a la ceremonia de premiación a los actuales campeones, de parte de los
dirigentes de la Mexicana del Pacífico y de la directiva del club Tomateros, conformada por
Marcos, Héctor y Diego Ley López; Héctor y Miguel Angel Ley Pineda; Jaime Blancarte Pimentel
y Mario Valdez, más todo el staff de este club de beisbol.
Como colofón, el “We are the champions”, canción emblemática del grupo Queen (de nuevo
en la cúspide del gusto popular a raíz del sonado éxito de la reciente película “Rapsodia
Bohemia”), aunada a un espectáculo de fuegos pirotécnicos, que permitieron reciclar la gran
fiesta por la coronación de los guindas, apenas en enero pasado.
Y es que ser campeón, no es lo más importante; es lo único queridos amigos.
¿No?
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Y bien.
Habitualmente, la premiación al equipo ganador de una temporada determinada se lleva a
cabo poco antes del arranque de la siguiente, en un evento denominado “cena de
campeones”, a la que asisten – en un sitio de primer nivel -, los peloteros y sus familias, los
directivos de la Liga y del club, las autoridades civiles, invitados especiales y representantes de
los medios de comunicación, por supuesto.
Es una ceremonia de gala, pero privada, íntima, solo para las personalidades arriba citadas y
alguno que otro privilegiado. Y uno que otro colado, por supuesto.
En esta ocasión, sin embargo, los directivos de Tomateros de Culiacán optaron por un formato
diferente, más abierto, más popular, con la única finalidad de que esta fiesta también fuese
disfrutada plenamente por la gran nación guinda, que es una de las principales animadoras de
la Liga Mexicana del Pacifico.
Y fue por eso que la celebración tuvo lugar el domingo próximo pasado, una hora antes del
arranque del tercer partido de la primera serie de la segunda vuelta, con Tomateros de
Culiacán frente a Mayos de Navojoa, casualmente.
Ahí, los integrantes del equipo, con Benjamín Gil al frente, recibieron, uno a uno, sus anillos de
campeones, de parte de la directiva del club Tomateros.
Y a su vez, la Liga Mexicana del Pacífico premió a lo mejor de la temporada pasada y como
suele suceder fueron peloteros del equipo guinda, quienes acapararon los codiciados trofeos:
Héctor Ley López, por ejemplo, se quedó con el de “Ejecutivo del Año”; Mario Valdez, “Gerente
del Año”; Benjamín Gil, “Manager Campeón”; Sebastián Elizalde, “Campeón bateador” y Joey
Meneses, “Jugador más valioso de la serie final”.
Tomateros, en efecto, se llevó la gran mayoría de las nominaciones, lo que se antoja lógico y
natural. No fue casualidad, para nada, que conquistaran el campeonato la temporada pasada.

Así de sencillo.
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Y para terminar.
Hoy martes, en la reanudación de hostilidades, Tomateros de Culiacán recibirá a Venados de
Mazatlán, en una nueva serie en el estadio de la Nación Guinda. Primera vez en la campaña,
que se desarrollan dos series al hilo en el parque de los Tomateros.
Hasta ahora, Venados de Mazatlán es el único equipo que domina a Tomateros en lo que va de
la temporada: 2-1. Y esto le da a la confrontación un toque especial.
Luego de su frenético cierre de primera mitad, Culiacán inició la segunda vuelta con una nueva
serie para su activo y va por otra más frente a los Venados de Mazatlán, con lo mejor de su
rotación de abridores: Héctor Manuel Rodríguez, en el primer partido y Manny Barreda, en el
segundo.
¿Y para el tercero? El debut de Arnold León, en la presente campaña. Pitcher con calidad de
Grandes Ligas que se mostrará de nuevo ante la afición del circuito invernal.
Hay otro atractivo: mañana miércoles, la directiva del club retirará el número de Rodrigo
López, uno de los grandes en la historia de la franquicia, con participación activa en los
campeonatos de 2002 y 2004, más su tremendo trabajo en la serie del Caribe de Venezuela, en
febrero del 2004.
Honor muy merecido. No hay vuelta de hoja.
¿Las otras series? Los Cañeros de los Mochis recibirán en casa a los Yaquis de Obregón; los
Aguilas de Mexicali a los Naranjeros de Hermosillo y los Mayos de Navojoa a los Charros de
Jalisco.
Como siempre: se aceptan apuestas.
Y hasta aquí por hoy, nos vamos ya, amigo lector, con nuestros deseos de siempre: que Dios
los bendiga.