Desde el bullpen / Juan Francisco Puello
En los Estados Unidos Mexicanos funciona un programa de financiamiento bajo una denominación un poco extraña de apoyo a fondos perdidos que ha sido utilizado para mejorar los estadios de béisbol o más bien para construir nuevos estadios.
Esta modalidad presupuestaria pude percibirla o comprobarla cuando una vez más asistí a la inauguración de dos nuevos estadios de béisbol en el Estado de Sinaloa, México, en Los Mochis y Mazatlán. Con estos dos nuevos estadios la Liga Mexicana del Pacifico (LMP) cuenta prácticamente con todas las instalaciones deportivas con un nivel de primera para celebrar cualquier tipo de evento que le sea requerido, que-dando solo la franquicia de los Mayos de Navojoa en el estado de Sonora en espera de la construcción de un nuevo estadio que ya se tiene proyectado. ¿Cómo ha sido posible hacer esto y por qué? Para entenderlo pongo de ejemplo el estadio Teodoro Mariscal en Mazatlán. Los aportes para la construcción fueron hechos a través de fondos Federales del Gobierno de Sinaloa por un monto de $350,000.000.00 de pesos mexicanos (equivalente al 80%) más $85,000.000.00 de la familia Toledo (equivalente al 20%) por un valor total de $435,000.000.00 equivalente a 24 millones de dólares norteamericanos. La concesión otorgada a la familia Toledo para la administración del estadio es por 25 años y del valor de la taquilla tienen que darle el 8% al Municipio. Este nuevo Estadio tiene una capacidad de 16,000 personas y puede ser ampliado a 20,000. Pero lo más importante es por qué se ha hecho esto. Se trata de una nueva infraestructura de la LMP con estos criterios: aumentar la asistencia a los Estadios; aumentar la rentabilidad de cada organización; considerar el béisbol como competidor en la industria del entretenimiento; atender las necesidades básicas del aficionado; atraer a más mujeres y familias a los juegos; mejorar el nivel deportivo de la LMP cumpliendo con el Winter League Agreement (WLA). Pasando revista de algunos Estadios de la LMP después de las reestructuraciones a sus Estadios dan estos resultados:
ESTADIO AGUILAS DE MEXICALI: Incremento de 4,800 a 11,546 asistentes promedio por juego, 71% de crecimiento; aumento del 50% en la venta de abonados (tickets para toda la temporada); se disparó en un 940 % la venta de souvenirs del equipo.
ESTADIO SONORA: Incremento de 6,879 a 11,649 asistentes promedio por juego, 70% de crecimiento; aumento del 83% en la venta de abonados (tickets para toda la temporada); se disparó en un 130 % la venta de souvenirs del equipo.
ESTADIO CHARROS DE JALISCO: Incremento de 5,500 a 7,779 asistentes promedio por juego, 41% de crecimiento; aumento del 241% en la venta de abonados (tickets para toda la temporada); se disparó en un 6050 % la venta de souvenirs de la franquicia.
ESTADIO TOMATEROS: Incremento de 9,521 a 17,044 asistentes promedio por juego, 79% de crecimiento; Aumento del 170% en la venta de abonados (tickets para toda la temporada); Se disparó en un 200 % la venta de souvenirs del equipo.
ESTADIO YAQUIS: Incremento de 50.3% en sus patrocinadores; aumento del 118% en la venta de abona-dos (tickets para toda la temporada); se incrementó en un 66.4 % la venta de souvenirs del equipo. El milagro de la LMP como le llamo, se aprecia con los siguientes resultados: 1) aumento en la asistencia de mujeres y familias a los estadios (60% hombres y 40% mujeres), convirtiendo el espectáculo en un atractivo para las familias y la competencia sana entre los aficionados; 2) Los Estadios, no solo satisfacen las necesidades de los aficionados. también cumplen con los requerimientos que Major League Baseball (MLB) necesita para que sus jugadores puedan venir a elevar su nivel de juego durante el invierno (Club houses, trainer ROMS, gimnasios, terrenos de juego, dugouts a nivel de MLB); 3) El cumplimiento estricto de los requerimientos de MLB motiva a los jugadores y grandes prospectos de MLB a venir a jugar a LMP, viéndose en los últimos años un incremento en el flujo de jugadores con nivel grandes ligas. 4) En cuanto a la asistencia el impacto es impresionante: del 2009-2010 la asistencia fue de 1,480,000; y del 2017-2018 la asistencia fue 3,060,000 (estas cifras expresadas en millones). No ha sido fortuito el milagro mexicano por lo que se debe replicar este modelo si en realidad queremos salir con buen paso para los proyectos que tiene programados a corto plazo la Confederación del Caribe. A buen entendedor pocas palabras bastan (a word to the wise is sufficient). O dicho entre otros términos el que tenga oídos para oír, que oiga.