TOMATEROS INVADEN EL ESTADIO SONORA – Tomateros

TOMATEROS INVADEN EL ESTADIO SONORA

Culiacán, Sinaloa a 05 de noviembre del 2018.- Esta semana los Tomateros de Culiacán invadirán el Estadio Sonora para medirse ante los Naranjeros de Hermosillo en el clásico de la LMP, enfocados en cobrar factura del primer enfrentamiento que tuvieron en la casa de la Nación Guinda el pasado 23, 24 y 25 de octubre, en el que los sonorenses se llevaron la serie dos juegos por uno.

Los guindas llegan motivados por ganar el compromiso en casa ante Charros de Jalisco, con marca de .500 de porcentaje con números de 10-10 en ganados y perdidos, mientras que Naranjeros sacaron su compromiso ante Cañeros de Los Mochis, lo que los coloca en un triple empate tanto a culichis, Naranjeros y Cañeros en el subliderato de la tabla, a solamente dos de los punteros.

Los ahora dirigidos por Robinson Cancel mandarán al montículo a Daniel Rodríguez (0-2 4.26), Manny Barreda (2-0 1.06) y Dallas Beleer (0-1 1.62), curiosamente los tres midieron fuerzas ante el rival en casa, pero Barreda fue el único que salió con los brazos en alto.

Por su parte, la dirigencia sonorense anunció a Luis A Mendoza, Arturo Reyes (quien perdió el encuentro ante Culiacán) y Dennis O’Grady.

En la presente campaña los campeones le batean a Naranjeros para .263 por un .265 del rival; en pitcheo de manera colectiva 1-2 y 4.33 de PCLA para Culiacán, por un 2-1 (ganados y perdidos) con 1.73 de carreras limpias de los sonorenses.

Si de individualidades hablamos, tenemos que Antonio Lamas y Ryan McBroom le han conectado bien a la esférica naranja, el primero batea para .400 con cuatro imparables, incluido un doblete y cuatro remolques, mientras que el norteamericano para .500 con cinco indiscutibles y un flete.

Por los Naranjeros, José Amador es el más encendido ante la serpentina guinda, promediando .308, con par de cuadrangulares y cuatro producciones.

Es así como se espera una serie de mucha adrenalina a partir de este martes, cuando los Tomateros busquen despegarse de una vez por todas en el standing y encumbrarse a la cima.