PALCO PREMIER
= PALCO PREMIER =
= Ramiro Peña, un solo equipo: Tomateros
= Maxwell León, el major en bateo
= Jesus Castillo, con 4 victorias como abridor
Jorge Luis Telles Salazar
El que Ramiro Peña figure como uno de los mejores bateadores de la actual campaña de la Liga Mexicana de Beisbol no es, para nada, obra de la casualidad. Se trata, simple y sencillamente, de la confirmación de la indiscutible calidad del pelotero regiomontano. Esa que lo llevó a las Grandes Ligas y a las que entró, en su momento, por la puerta más codiciada de todas: la de los Yanquis de Nueva York.
Años atrás, cuando Peña, todavía un jovencito, estaba anunciado para debutar con Tomateros de Culiacán, aquí en la Liga Mexicana del Pacífico, el entonces manager Paquín Estrada (en uno de los múltiples convivios en la casa de Fausto Castaños, previo al arranque de una campaña), nos confió:
= No sé quién es ese chamaquito que se llama Ramiro Peña; pero como sea, él va a jugar con nosotros desde el momento mismo de su llegada. Yo lo voy a alinear.
Y agregó:
= Si está con los Yanquis por algo será. No cualquiera llega a ese equipo a tan temprana edad. Sería un lamentable desperdicio dejarlo en la banca. ¿No crees?
Desde entonces y hasta la fecha, Ramiro Peña ha jugado con un solo equipo aquí en la pelota de invierno: con los Tomateros de Culiacán. Quizás no con la regularidad que todos hubiésemos querido; pero, salvo contadas excepciones, siempre ha reportado con el equipo guinda.
En enero de 2015, realizó una atrapada de fantasía en la segunda base – de las mejores en la historia de los guindas – y eso le salvó a Culiacán el cuarto juego de la serie final contra Charros de Jalisco. El quinto lo ganaron, de nuevo, los Tomateros y también su décimo campeonato.
Ahora a fines de diciembre de 2017, en forma para jugar los “pley offs”, Ramiro Peña sufrió una lesión accidental y eso lo puso fuera del equipo. Su ausencia, de última hora, modificó todos los planes de la directiva guinda en cuanto a elección de refuerzos; pero, a final de cuentas, las cosas salieron bien. Tan bien que se conquistó el título número once.
Hoy día, el regio, que con Bravos de Atlanta vivió sus mejores temporadas en MLB, está en la Liga Mexicana por vez primera en su carrera. Milita en el equipo de su ciudad natal: Sultanes de Monterrey.
El ya no tan joven Ramiro Peña batea para un sólido .343, con un cuadrangular y 23 carreras producidas.
Todavía le queda cuerda, evidentemente.
Y bajo estas circunstancias es altamente factible que el próximo invierno lo veamos, de nueva cuenta, con Tomateros de Culiacán.
Ojalá.
= EL CASO MAXWELL LEÓN =
Y bien.
Quien ha perdido gas en las últimas dos semanas – luego de un periodo a lo largo del cual prácticamente “quemó la Liga” – ha sido Maxwell León; pero aún así mantiene un porcentaje de .349. De hecho es el de mejores números dentro del programa de seguimiento “Tomateros en verano”.
Max, que milita con Toros de Tijuana, redondea la cifra con 2 jonrones y 9 carreras producidas. Realmente está en sus parámetros. León es un jugador muy completo; sin embargo no se ha distinguido precisamente por ser dueño de una ofensiva poderosa.
De cualquier modo, es el tipo de pelotero que todo manager quisiera tener en su roster, según sentencia de los propios estrategas, no del columnista.
Hay dos Tomateros más por encima de la cifra mágica de los .300.
Uno de ellos, Marco Guzmán, de los Sultanes de Monterrey, con .316; el otro, el siempre consistente Ronier Mustelier, de Olmecas de Tabasco, con .315. Lo del llamado “bucito” ya es ineludible: tendrá que recibir mayores oportunidades a lo largo de la próxima temporada y en cuanto a Mustelier pues su regreso es prácticamente un hecho.
Y andan por ahí algunos más cerca de la línea que representa el estrellato y a quienes se tendrá que seguir de cerca: Luis Alfonso Cruz (Diablos Rojos) .284; Francisco Lugo (Sultanes) .267 e Issmael Salas (Acereros de Monclova) .250. Del mismo modo se le pondrá especial atención a José Manuel Orozco, que juega para los Saraperos de Saltillo. Su porcentaje es de .245; pero ya tiene 4 leñazos de vuelta entera.
En términos generales, bien. Habrá mejoría, por supuesto, en la medida que la campaña avance y se acerque la etapa de definiciones.
Y ya les contaremos.
= JESUS CASTILLO, EN SU AÑO =
En tanto.
Por el lado del pitcheo, las mejores noticias vienen de Jesús Castillo, hoy pitcher estelar de Sultanes de Monterrey.
Chuy Castillo tiene marca de 4 victorias y una derrota, con efectividad de 3. 72.
De hecho, Jesús Castillo, casi siempre en plan de relevista, comenzó a abrir juegos aquí, a finales de temporada y lo hizo bien. En el verano siguió en el mismo rol y el reporte a su alrededor es de lo mejor.
Los relevistas de Tomateros siguen en lo suyo. Bien.
Derrik Loop, a su vez, no tiene decisión, con una efectividad de 2. 04. El primero, es el cerrador de Tomateros; el segundo, el preparador.
Y en actividad, con algunos problemas para tomar su ritmo: Edgar González (Sultanes), Aldo Montes (Campeche), Salvador Valdez (Oaxaca), Manny Barreda (Tijuana), Mauricio Lara (Monclova) y el joven Romario Gil, que apenas tiene un año en el circuito veraniego y que tiene una victoria y una derrota, con 3. 91 en carreras limpias admitidas.
El pitcheo, precisamente, será una de las líneas a reforzar, con esos doce extranjeros a los que tendrá derecho cada equipo durante la primera vuelta. Además de Loop y posiblemente Josh Lowey, se unirán por lo menos tres importados más.
Pendientes.
= EL COLOFON =
Y hasta aquí por hoy.
Nos vamos ya, con nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.
Ya nos fuimos.
=0=
