PALCO PREMIER – Tomateros

PALCO PREMIER

= PALCO PREMIER =

 

= Lo dicho: se fue la serie a seis juegos. Y a lo mejor a siete

= Resurge el optimismo en el equipo guinda. Edgar y Mitre, listos

= La de hoy, situación inédita en la historia de los Tomateros

 

Jorge Luis Telles Salazar

 

Nadie dijo, en ningún momento, que estaría fácil.

Ni mucho menos que esta serie final, por el título de la temporada 2017-2018, de la Liga Mexicana del Pacífico, se decidiría aquí en Culiacán. O sea: en cuatro o cinco juegos.

Por el contrario, la opinión de los especialistas en este deporte, siempre fue coincidente en el sentido de que la lid se definiría en el estadio “Manuel (Ciclón) Echeverría” en un sexto o en un séptimo partido, incluso.

Y la situación, entonces, es esa. Exactamente la pronosticada.

Hoy sábado, a partir de las 19. 30 horas, en Navojoa, el sexto de la gran final. Y mañana domingo, de ser necesario, el séptimo y ya definitivo.

Haga usted sus apuestas.

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Y bien.

Al término del cuarto partido y luego de que los Mayos de Navojoa, con gran actuación, igualaron la serie a dos por bando, de algún modo logramos tranquilizar los nervios de los seguidores del equipo de casa, con la siguiente reflexión:

= Sin ser un pitcher invencible, porque no lo hay, Anthony Vasquez ganará el quinto juego y recuperará la delantera para Culiacán. Vasquez es lo mejor de la Liga.

Y luego esto:

= Edgar González ha tenido una extraordinaria temporada. El puede darle a los Tomateros el cuarto triunfo, el sábado. Y si no es así, nos gusta para que Sergio Mitre se saque la espina, el domingo. Trae la daga hasta el fondo, por el descalabro del martes pasado.

Y bueno: ya se cumplió la primera parte del vaticinio. Falta la segunda parte del mismo, que es lo más importante.

Que sea así.

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Bueno.

Lo más importante de todo es que si bien es cierto que la serie regresa a Navojoa, esto es con Tomateros de Culiacán en ventaja, terrible hubiese sido, en efecto, viajar a la casa de los Mayos, abajo en la confrontación. Un suicidio prácticamente.

Una situación como esta, por cierto, es primera vez que se da en la historia del equipo guinda en el circuito invernal.

Recordemos:

En la temporada 71-72, por ejemplo, Tomateros obligó el retorno de la serie a Guasave; pero en desventaja de 2-3. Perdió el sexto, 3-2, cuando Hallan Rabowski (que era pitcher abridor) entró al relevo en el noveno inning, para ponchar, espectacularmente, a Domingo Rivera y Roberto Ortiz, con corredores en tercera y segunda.

En la 79-80, Culiacán forzó regreso a Hermosillo, 2-3 abajo. Cayó en el juego número 6, luego de que a Vicente Romo le hicieron tres carreras injustamente a mediados del encuentro.

Posteriormente, en la 84-85, en la misma desventaja, propició la vuelta a Mexicali. La historia fue sensacional: Tomateros se apuntó la victoria en los dos duelos para coronarse campeón, con soberbia actuación del serpentinero Luis Trinidad Castillo y del inolvidable Nelson Barrera.

En la 85-86, casi igual, con pesadillas para el manager de los Aguilas, Benjamín “Cananea” Reyes, ante el temor de una repetición de los sucesos de un año atrás, luego de que la final volvió al Nido. Esa vez, Mexicali, en su casa, triunfó en el sexto desafío y los emplumados vivieron una semana de fiesta, la que se prolongó con la obtención del cetro en la Serie del Caribe de Puerto de la Cruz, Venezuela.

Años después, en  la 90-91, 2-3 abajo, Tomateros obligó retorno a Tijuana, en una final un tanto cuanto insípida. Los guindas perdieron ante los Potros el sexto desafío.

En la 94-95, la final volvió a Hermosillo, también con desventaja de 2-3 para los guindas. Naranjeros eran una máquina de jugar beisbol, la que no pudo detener ni tan siquiera Rodrigo López, con su gran labor de pitcheo.

En 99 no hubo regreso a ningun lado. Aquí, en el viejo estadio, Tomateros de Culiacán cayó en cinco, ante los Aguilas de Mexicali y esta fue la única vez que un equipo visitante se coronó en el “Angel Flores”. Más tarde, en 2004 y 2015, los guindas abrieron en gira la gran final; pero la ganaron en cinco al pasar sobre los Yaquis de Obregón y los Charros de Jalisco, respectivamente.

Así las cosas – y a riesgo de que el capi Maldonado nos desmienta – la situación actual es primera en la historia de Tomateros.

Es decir: abrir en casa del rival y regresar a ese escenario; pero con ventaja en la serie.

Nunca antes, según nuestros registros.

¿Será esto un buen síntoma?

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A manera de colofón.

Según Agenda Política, Tomateros de Culiacán vuelve a pintar un escenario favorable, para conquistar el campeonato número once de su trayectoria en la Liga Mexicana del Pacifico.

Edgar González y Sergio Mitre, tienen la palabra.

Hay que reconocer que la desconcentración, lo “revolucionado” de sus acciones y quizás una tolerancia más allá de lo razonable a los pitchers de relevo, propiciaron no solo una sino las dos derrotas de Culiacán, sin dejar de reconocer, por supuesto, los méritos del contrario: Mayos de Navojoa, quienes, en contraste, jugaron muy buen beisbol tanto en el tercero como en el cuarto de la serie.

Tras su victoria del jueves, sin embargo, el optimismo renació en el equipo. Un triunfo largamente festejado por jugadores y aficionados, lo que confirma lo complicado de ese quinto partido.

Qué bueno, que hayan festejado así; pero obviamente no se ha ganado nada todavía.

Por delante, dos encuentros, los más difíciles de la temporada. Y no se van a ganar si no se juegan. Y peor: si no se juegan bien.

Suerte.

Y con este, nos vamos ya, con nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.

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